jueves, 22 de abril de 2010

La Bestia

Tengo miedo, mucho miedo, siento como se acerca la hora, espero poder afrontar esté nuevo paso en mi vida...
Siento un vacío y no se como llenarlo. Hace poco comencé a sentir este vacío, es un vacío que crece cada vez más y más, crece devorando todo mi ser a su paso y no se como saciar su voraz apetito o como retener su ímpetu.
Faltan pocos minutos para enfrentar mi destino, mi derrota o mi triunfo están a la vuelta de la esquina y ya siento el vaho del aliento de la bestia que me esta acechando y me quiere devorar.
Hace unos días presencie o más bien participe en un antiguo y oscuro ritual que tomo algo más de una hora de cantos y hechizos antiguos provenientes de un oscuro y mohoso libro de pastas de piel humana que el sacerdote mayor había recitado con anterioridad. Muchos de mis compañeros ya se enfrentaron a la gran bestia pero a muy pocos pude volver a ver después de su lucha con ella, a los que vi salir de la cueva los vi algo maltrechos y con cara de terror, el mismo tipo de terror que siento en estos momentos antes de entrar a la cueva mientras escucho esa dulce melodía de flautas, pero las caras de ellos es como si el medo hubiera devorado sus almas del mismo modo en que esta devorando la mía mientras que a otros no los volví a ver y creo que nos los veré de nuevo o por lo menos no en este mundo.

El tiempo pasa y pasa pero no se siente su transcurrir, pareciera como si estuviera en una que me aislara del resto del mundo, del universo mismo y el tiempo que en transcurre, acá y ala espera de
mi ultima lucha veo como pasa la vida para los demás, para aquellos que no participaron en el ritual, aquellos para los que la vida no cambio en ese momento.
Por lo poco cuerdo que pude sacar de las narraciones de mis compañeros que salieron de la cueva con vida, por lo menos de los mas cuerdos pude concluir que la bestia era inmortal, muchos han pasado por su gruta y aun después de muchas peleas, la bestia no a recibido daño alguno, o no por lo menos uno considerable, mientras que ella de un zarpazo, mordisco o golpe de su cola podría destrozar y partir a un hombre maduro en 2, pero también e escuchado y a partir de lo que recuerdo que leí en oscuras y mohosos libros que ella prefiere torturar a sus victimas ofreciéndoles algo de esperanza y después acabando con ellas poco a poco y cuando menos se le espera.

Todo comenzó hace mas o menos 2 o 3 meses cuando creyéndome recuperado de la ultima vez me creí con la suficiente fuerza mental y psicológica como para volver a asistir a unas reuniones en un oscuro sótano de una maltrecha casa desocupada, al comienzo dichas reuniones no eran nada del otro mundo, como las demás a las que había asistido en el pasado, hasta que una noche el sacerdote principal de nombre (o por lo menos como se hacia llamar del resto de seguidores) Nnaher, me llamo aparte y me ofreció la oportunidad de asistir a las verdaderas reuniones, las cuales se desarrollaban en una cripta en el cementerio a las afueras de la ciudad, yo muy entusiasmado le dije que con gusto asistiría, a lo que él me respondió que mi inclusión al grupo de selectos seria importante y valiosa, fue en este circulo donde todo comenzó a ir mal, pero solo fue después de un ritual que se salió de control, en donde tras una larga lucha contra una Furia, que vino de lugares mas oscuros de los que nunca había escuchado o leído, casi no salgo con vida tuve que estar en descanso y reposo por casi dos semanas de dura recuperación, semanas en las que a pesar de todo nunca deje de asistir a las reuniones del circulo. Un día en medio de la reunión, tras un ritual menor de adivinación, Nnaher nos informo que pronto se podría abrir un nuevo portal para entablar contacto con una de las entidades mayores. Tras varias noche sin dormir y de mucha investigación en oscuras bibliotecas, fríos y húmedos sótanos leyendo viejos y sacrílegos manuscritos y papiros que casi se des sacian con el mas mínimo contacto con mis manos, a la semana pude descubrir el nombre de la criatura, la supuesta entidad mayor que quería contactar, en mis investigaciones pude recopilar además de la procedencia una pequeña de descripción de sus hábitos y su nombre; lo que Nnaher quería invocar era a la bestia Nazrog, una especie de demonio mayor que le gusta devorar el alma de sus victimas y esclavizar el cuerpo vacío de las mismas para que le sirvan y le adoren por siempre, todo por una vana promesa de poder mas allá del humanamente conocido.
De esto me entere a pocas horas de comenzar el ritual pero debía ir so pena de ser perseguido por Nnaher y mis compañeros para destrozar mi alma, además pensé que podría hacer entrar en razón a algunos de mis compañeros para que se arrepintieran de este grave error, no sin sentir como el miedo comenzaba a crecer en mi interior.

El ritual se desarrollo sin mayores contratiempos, no pude convencer a nadie y si me toco participar en el, pero que el ritual se desarrollara sin contratiempos no aseguraba nada de lo que pasaría después, además la bestia estaba hambrienta y nosotros seriamos su alimento...

Tras acabar el ritual un fuerte temblor hizo mover el suelo y pudimos ver como se abría el portal y como éramos expulsado por una fuerza que provenía de él. Un intenso fuego negro nos cegó impidiéndonos ver a lo que después nos enfrentaríamos. Poco a poco fuimos recuperando el sentido y en dicho proceso noté que éramos seducidos por una suave pero agradable melodía de flautas, un sonido que nos iba guiando uno a uno a lo mas profundo de la gruta de donde salia un leve pero aterrador destello violáceo, trate con todas mis fuerzas de detener a los que tenia a mi alcance para que no entraran a la cueva, pero todos mis intentos fueron en vano, ellos estaban como hechizados, encantados por el sonido de las flautas, muy a mi pesar uno a uno fueron entrando a la oscura y mal oliente cueva, muchos fueron los que entraron, pocos los que salieron y menos aun los que salieron con algo de cordura. Por más que me trate de resistir a la melodiosa tonada de la flauta está me fue envolviendo y atrapando en sus delicadas pero ensangrentadas manos, hasta llegar al punto que no me pude contener más y comencé a dirigirme hacia la entrada de la cueva, hacia mi enfrentamiento con Nazrog, aquella bestia que quería devorar mi alma, destrozar mi espíritu y esclavizar mi cuerpo, en el tiempo que me tomo llegar desde el punto donde quede después de ser expulsado hasta la entrada de la cueva, no más de 10 metros, trate de recordar algo de lo que había leído, lo que fuera que me diera algún tipo de ventaja sobre mis compañeros en mi enfrentamiento contra la bestia, pero no pude recordar nada, no pude ni recordar ni los encantamientos recitados en el ritual para llamarlo, solo supe que ahora que había escuchado el sonido de la flauta mi destino había sido sellado.

Al entrar en la cueva pude notar el fuerte olor a muerte y descomposición pero sobre todo ese olor a miedo, era tan fuerte que casi se podía tocar, y yo de nuevo pude sentir ese profundo, desgarrador y ancestral miedo que me devoraba desde adentro. Pude ver un rastro de sangre que terminaba en un cadáver de uno de mis compañeros, un pobre que no pudo escapar con vida, o no por mucho tiempo, ya puedo escuchar como una gran criatura chasquea y tritura huesos y cráneos más dentro en la cueva, es horrible ese sonido quiero salir corriendo en sentido contrario pero algo dentro de mi me guía hacia adentro, hacia el centro de la misma tierra, ya resignado giro en el ultimo recodo del camino y la veo, veo a esa gigantesca criatura a los ojos y ella me ve a mi, se abalanza rápidamente hacia mi, sacando algo de valor, de donde? no lo se y creo que no tendré mucho tiempo para pensar en ello o en algo mas de nuevo, veo como se acerca la bestia rápidamente, veo sus colmillos que aun gotean sangre y uno que otro pedazo de carne entre sus dientes, pero algo sucede, la bestia en vez de destrozarme con sus fuertes garras se me acerca y me dice con muchas voces a la vez: -maestro, por fin a regresado a nosotros, lo hemos estado esperando, al fin estamos todos reunidos de nuevo, por fin después de muchos siglos cuerpo y alma están juntos de nuevo,- a lo que yo respondí con una voz que no era mi voz habitual pero que me sonó mas mía que mi propia voz:-al fin tras muchas resurrecciones, muchas vidas retorno a mi cuerpo-, y la bestia se arrodillo ante mi y me brindo todo su poder, ahora soy yo quien gobierna a la bestia, y con ella a ese oscuro rincón de no se donde, ahora soy yo quien dirige los designios de la bestia y quien lo manda a devorar y esclavizar a mas incautos, por fin entendí, no era miedo lo que sentía, era ansiedad de volver a mi cuerpo verdadero...

Ya que ahora soy yo la bestia, ahora soy yo Nazrog....

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